por Bibiana Alarcón.Como parte del los objetivos que atañen a las bibliotecas de Gobernación es claro que los programas deben incluir a todos los grupos poblacionales (primera infancia, infancia, adolescencia, adultos y adultos mayores), pues las bibliotecas dotadas por Colsubsidio son de carácter público. Sin embargo ésto no se ve reflejado en la mayoría de casos. Cada vez que se indaga por los programas bibliotecarios el foco es la población estudiantil, cosa buena, pues los fondos con que se subvencionan estas bibliotecas corren por cuenta Foniñez, cuya razón de ser se fundamenta en que “las jornadas escolares complementarias son programas que complementan (sic) los desarrollos curriculares de los establecimientos educativos. El objetivo de este programa es utilizar el tiempo libre en actividades que fortalezcan las competencias básicas y ciudadanas especialmente en los niños, niñas y jóvenes en condición de vulnerabilidad”[1].
No obstante, es importante tener en cuenta que todos podemos ser parte de este fin social, donde nos podemos nutrir con las experiencias de los más grandes, que son transmisores de esa tradición oral que poco a poco se ha ido perdiendo, y que demarca un sendero a lo que fueron nuestras raíces, nuestra cosmogonía. Los viejos son los que nos permiten con su saber recordar los juegos, las expresiones, la comida, los personajes ilustres, los vecinos que ya se fueron y todo aquello que ha dejado de ser por dar paso a la unicidad .
Cada persona nos aporta, nos permite conocer, aprender y explorar, por ello la biblioteca debe convertirse en un espacio vital para que sea un punto de encuentro.
[1] http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-207825_archivo_pdf_circular_jornadas_complementarias.pdf
No obstante, es importante tener en cuenta que todos podemos ser parte de este fin social, donde nos podemos nutrir con las experiencias de los más grandes, que son transmisores de esa tradición oral que poco a poco se ha ido perdiendo, y que demarca un sendero a lo que fueron nuestras raíces, nuestra cosmogonía. Los viejos son los que nos permiten con su saber recordar los juegos, las expresiones, la comida, los personajes ilustres, los vecinos que ya se fueron y todo aquello que ha dejado de ser por dar paso a la unicidad .
Cada persona nos aporta, nos permite conocer, aprender y explorar, por ello la biblioteca debe convertirse en un espacio vital para que sea un punto de encuentro.
[1] http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-207825_archivo_pdf_circular_jornadas_complementarias.pdf
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